Los clientes suelen visitar los supermercados dos o tres veces por semana para los productos perecederos y una vez por semana para los no perecederos. Si tiene un supermercado o planea crear uno, debe conocer bien las categorías que debe incluir su tienda. Son el método por el que todos los productos se ordenan de forma sistemática, facilitando al consumidor la localización de los artículos que busca. Este método de realizar el pedido también debe apoyar el objetivo de facilitar la reposición de los artículos y el mantenimiento del negocio en su conjunto.
Las categorías de productos guardan una estrecha relación con las secciones. Aunque existen varias clasificaciones, podemos utilizar la que se usa con frecuencia en los supermercados:
- Frescos.
- Platos preparados.
- Despensa.
- Mascotas.
- Bebé.
- Cuidado del hogar.
- Cuidado personal.
- Bebidas y bodega.
- Congelados.
- Refrigerados.
Podemos distinguir las áreas clave dentro de los productos frescos que los consumidores valoran más a la hora de comprar:
- Carnicería.
- Charcutería.
- Pescadería.
- Frutas y verduras.
Estudios recientes indican que hoy en día los clientes prefieren consumir productos frescos antes que preparados o congelados. Por este motivo, sectores como la carnicería o la pescadería son capaces de atraer y fidelizar a los clientes. Plataformas como heb.com.mx muestran la importancia de ofrecer un producto superior y un servicio impecable, sin olvidar elementos cruciales como la seguridad alimentaria, la salubridad y la higiene.
La panadería y el horno, que ofrecen artículos que los clientes realmente desean en su compra diaria, es otro ámbito que ha florecido en los últimos años, además de los productos frescos.
Como ya hemos comentado, un supermercado bien organizado facilitará a los clientes la localización de los productos que desean. Si el artículo que buscan no está disponible, podrán encontrar fácilmente un sustituto, lo que les aportará valor al satisfacer sus necesidades de compra.